
Sobre VORA
VORA
VORA nació del cambio: inesperado, no planeado y repentino.
El nombre proviene del catalán y significa “borde” o “orilla”, un lugar de transición y posibilidad. Igual que el espacio entre la tierra y el agua, VORA trata de crear un espacio para la transformación — y de acompañarte en las corrientes del cambio.
Fundada en febrero de 2025, VORA es todavía una planta joven y valiosa: recién enraizada, pero cuidada con esmero e intención.
Sobre el papel, es el proyecto de una sola persona, pero en la realidad se parece mucho más a una familia VORA. Una red amplia de colaboradores, aliados, mentores y clientes que aportan su energía y saber para hacer de esta aventura una comunidad viva y en crecimiento.
Mélanie Huser, Socia Fundadora
Mis clientes suelen llamarme su “doctora de urgencias para la cultura”, por mi enfoque pragmático y directo ante los desafíos de liderazgo y cultura organizacional. El apodo tiene sentido, considerando mi trayectoria: me formé como médica y trabajé durante cuatro años como médica de emergencias, atendiendo directamente en ambulancias y en salas de urgencias.
Contar el cambio de la medicina a la consultoría organizacional no es fácil en pocas palabras. Incluyó una crisis de mediana edad bastante temprana, dos años viviendo en Buenos Aires y Barcelona, un máster en Coaching en la Universitat de Barcelona, y un gran salto de fe.
Ese viaje me llevó finalmente a la consultoría de liderazgo y cultura organizacional. En 2018, me uní a una consultora boutique en Zúrich, donde fui ascendiendo a distintos roles hasta convertirme en socia directora. Durante los últimos dos años, lideré un pequeño equipo y acompañé a organizaciones en transformaciones complejas, ayudando a líderes y equipos a alinearse, conectarse y prosperar.
En febrero de 2025, la vida me puso frente a un nuevo desafío: fui despedida por razones económicas. Lo que inicialmente parecía un golpe duro terminó siendo una liberación inesperada: la oportunidad de construir algo nuevo y auténticamente audaz: VORA.
Desde el primer día, mi intención fue clara: presentarme tal como soy. Combinando mi pensamiento agudo y mi mente rápida con una profunda intuición y un gran corazón.
Lo que siguió fue casi irreal: el impulso, la resonancia, los clientes... como si VORA hubiera estado esperando su momento desde siempre.